domingo, 16 de agosto de 2009

Botellón en Daimiel

El 23 de marzo de 2008 los vecinos del barrio de San Isidro, en Daimiel, enviamos al Excmo. Sr. Alcalde una carta abierta, publicada en este blog, en la que le transmitíamos nuestras quejas por la situación dantesca que se producía en el parque de San Isidro y calles aledañas con el “botellón”. Al ruido hasta altas horas de la madrugada producido por los jóvenes con sus gritos y la música de los coches, que impedía conciliar el sueño a los vecinos del barrio, se unía la suciedad y olores que quedaban a la mañana siguiente en el mismo parque y en las puertas de las casas de los vecinos. El aspecto era similar al de un vertedero o escombrera.

En ese momento entendimos que la pasividad del Ayuntamiento con este fenómeno tercermundista era debida al desconocimiento de los hechos, y que en cuanto supieran de las molestias ocasionadas se pondría fin al mismo, para garantizar los derechos de los vecinos al descanso y a tener un entorno limpio. Pedíamos igualmente que se buscaran alternativas de ocio para los jóvenes y se habilitaran zonas públicas en desuso en las que pudieran explayarse sin molestar, porque entendíamos que su derecho al disfrute también tenía que garantizarse.

Más de un año después, la realidad es muy distinta. Ante la falta de acción por parte del Ayuntamiento, los vecinos volvieron a transmitir sus quejas y preocupaciones en reuniones con el propio alcalde, a través de los medios de comunicación locales, e incluso con multitud de denuncias interpuestas contra el propio Ayuntamiento por consentir los hechos, selladas en el Registro para asegurar la constancia de los mismos.

Increíblemente, todo esto no ha servido de nada. La respuesta del Ayuntamiento ha sido intentar “legalizar” el “botellón” con medidas que lejos de eliminar el problema fomentan la asistencia cada vez mayor del número de jóvenes: apertura de aseos (que generan un tránsito de personas por las calles que esparce aún más los ruidos por todo el barrio), instalación de contenedores (son conscientes de que hay menores bebiendo alcohol y en lugar de cerrar los establecimientos expendedores ponen a disposición de estos menores contenedores para que depositen las bebidas) e incluso delimitación de zonas de aparcamiento permitido para los coches (¿pretenden con esto que los jóvenes tengan el coche a mano cuando terminen de emborracharse a las cuatro de la mañana y puedan volver a sus casas conduciendo ebrios?). En definitiva, una serie de medidas sorprendentes que acomodan a los jóvenes y aumenta el malestar de los vecinos de la zona. Es necesario reseñar que este barrio es residencial y se encuentra entre los más poblados del municipio, no se trata de una zona industrial ó del extrarradio, sino que está formado por viviendas unifamiliares, colegios, tiendas, restaurantes, etc., por lo que las molestias afectan a un gran número de personas de muy diversas edades.

¿Por qué los políticos del pueblo no velan por los derechos de los contribuyentes?¿Por qué ignoran los trastornos de sueño de los vecinos, entre ellos ancianos, niños y trabajadores que deben levantarse a la mañana siguiente temprano para subir a su vehículo y desplazarse a su puesto de trabajo?¿Por qué ignoran los desperfectos en el mobiliario público urbano, y en las fachadas de las casas y coches aparcados?¿Por qué permiten la bebida de alcohol a menores de edad?¿Por qué no ordenan realizar controles de alcoholemia en una zona en la que son conscientes de que hay personas que conducen ebrias? En definitiva, ¿por qué esa dejadez de sus funciones de unos funcionarios que se suponen deben velar porque se cumpla la ley y los derechos de los ciudadanos? Estas preguntas tienen difícil respuesta, máxime cuando en el parque próximo al domicilio del Excmo. Sr. Alcalde, en el otro extremo del municipio, cada noche hay tres coches patrullas de la Policía Municipal amonestando a todo aquel que levanta la voz ó consume alcohol en la vía pública. ¿Por qué ese doble rasero?¿Por qué esa polarización del pueblo? ¿Hay algún interés en alejar el ocio nocturno de los jóvenes de algunos domicilios y acercarlos a otro?

Durante estos dos años, desde las asociaciones de
vecinos del barrio nunca nos hemos opuesto a que los jóvenes se diviertan (independientemente de que la opinión personal de cada persona puede variar a la hora de valorar que esa diversión se base únicamente en el consumo de alcohol, pero en definitiva eso es una decisión de los propios jóvenes y de los padres). Entendemos que el problema no es con los jóvenes, sino con quien debe ofrecer alternativas para su ocio: el Ayuntamiento. Si éste considera que “el botellón” es un medio razonable de diversión (¡!) que lo permita, pero en una zona en la que no moleste a los vecinos del barrio. Se da la circunstancia de que el pueblo dispone de un recinto ferial y de un auditorio con aseos que podría ser utilizado por los jóvenes con este fin. De igual modo, las piscinas municipales, por la noche, podrían también ser utilizadas pues disponen igualmente de césped, aseos, etc. ¿Por qué no se utilizan estos locales públicos, y se permite en un parque rodeado de viviendas, que termina destrozado todas las noches?

Por otro lado, los vecinos hemos solicitado en las diversas comunicaciones (denuncias, artículos de prensa, etc.), que los parques deben vallarse para evitar el tránsito de personas a altas horas de la noche, como se encuentran la mayor parte de parques del resto de municipios y ciudades, puesto que los ruidos y molestias no sólo son producto de los jóvenes que frecuentan el botellón sino de las personas que acuden a los kioscos del parque, que no cuentan con una regulación clara de horario de apertura y suelen cerrar a altas horas, así como de la gente que permanece sentada en los bancos igualmente hasta tarde. Es más, creemos que en este momento en el que se está promoviendo la obra pública es una buena ocasión para acometer este tipo de proyectos.

La actitud del Ayuntamiento con este asunto es verdaderamente lamentable y ralla el insulto a los vecinos y contribuyentes. Sólo cuando se han tramitado las denuncias contra el Ayuntamiento hemos percibido alguna respuesta por su parte. Algo que nos llena de tristeza. Pero repetimos, estas medidas lejos de erradicar el problema lo único que sirven es para limpiar la conciencia del Ayuntamiento dando a entender que el problema ya se ha solucionado, lo cual es absolutamente impresentable y falso puesto que las molestias siguen estando ahí. La única solución es prohibirlo o llevarlo a otro sitio donde no moleste. A nadie. El Ayuntamiento tiene en su mano solucionar este problema, igual que lo ha hecho en los parques y zonas que le han interesado. Háganlo en nuestro barrio también.